Por Víctor Joaquín Ortega
Pinar del Río. 22 de enero de 1896. Después de imponerse en Guane, los mambises se dirigen hacia su último objetivo en esta provincia. 3 p.m. La vanguardia, encabezada por el general Juan Bruno Zayas. El abanderado es otro habanero, el teniente Francisco Figueroa. A las cuatro:
“…el repique de las campanas, anunciaba al Ejército Libertador el término de la gloriosa campaña de Invasión, con la entrada triunfal en Mantua, último baluarte español del lejano Occidente… aún venían en la columna invasora hombres de la Sierra Maestra; de Bayamo, de Santiago de Cuba, de Manzanillo, de Holguín, de Mayarí, de Guantánamo y de Baracoa … Solo Maceo… podía abrir el camino de la victoria …” José Miró Argenter.
Desde Baraguá, con el mismo espíritu intransigente de aquella protesta contra los zanjoneros, 27 combates en 90 días, 424 leguas recorridas, 22 pueblos de importancia, ocupados, 82 000 balas y 2 120 fusiles arrancados de manos del enemigo. Frente a 124 batallones de infantería, 40 escuadrones de caballería, 16 baterías de artillería de campaña, 183 571 soldados, más de 60 000 voluntarios y guerrilleros, 6 701 jefes y oficiales más 8 cruceros, 6 cañoneras torpederas,34 cañoneras de primera, 6 lanchas, 2 pontones, 2 remolcadores y un transporte de patrulla en las costas. Agregue lo que expresa José Luciano Franco:
“Y el apoyo moral y material de los gobiernos de las grandes potencias, singularmente el presidido por Cleveland, de los Estados Unidos de América”.